Asisto en las afueras de Frankfurt a la fiesta por el sesenta cumpleaños de un amigo
alemán. Escenario: los sótanos del que fuera pabellón de caza de un monarca
germánico. Participantes: familia, amigos y, en una fuerte proporción, sus socios
empresariales. Cuelgan de los muros fotos que ilustran las diferentes épocas
del homenajeado: su infancia en los años 50, su furor juvenil de los 60 y 70
con temprana paternidad incluida, su deportiva edad adulta (deportes de
invierno en su residencia en Austria). El “showman” que anima la velada saca a
relucir el dialecto, o mejor dicho los dialectos, de la región alemana en la
que nos encontramos, Essen, con muchas palabras de uso cotidiano de origen
judío. Mi amigo alemán nació veinte años después de la llegada de Hitler al
poder y siete de que el mal sueño desapareciera de la faz de Alemania y de la Tierra.
Mi amigo es un buen ejemplo del milagro económico alemán y de la liberalidad
y no exenta de tradicionalismo de este pueblo. Continue reading «El amigo alemán»