Europa no está tan lejos de Estados Unidos como a los europeos nos gusta creer. Por ejemplo, en materia de armas uno puede sentirse estadounidense en un país como Bélgica, en el corazón de Europa.
Basta con acudir a alguno de los llamados “stocks americanos” que proliferan en el país y cuya existencia remonta a la ingente cantidad de armamento y vehículos de guerra que los americanos desplazaron a las Ardenas durante la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, los comercios que surgieron en Bélgica para la reventa de ese material se han ido nutriendo de armas y otros objetos militares procedentes de todo el mundo.
El “stock americano” que acabo de visitar, situado a medio camino entre Bruselas (o si se quiere su barrio Molenbeek) y París, ofrece una amplia gama de fusiles de asalto, incluidos “kalachnikovs”,»bazookas», metralletas y demás cacharros que harían las delicias de cualquier americano medio simpatizante de la Asociación del Rifle.
Sólo hay una “pequeña” diferencia entre lo que dicho estadounidense medio podría adquirir en Bélgica respecto a lo que le venden en su tierra. Aquí, en el corazón de Europa, las armas en cuestión han sido desactivadas, es decir, o bien les falta una pieza o algunas de ellas han sido soldadas entre sí. Ahora bien, para “eso” está la sección de “piezas de recambio” con la que cuenta todo “stock americano” que se precie. O si, por desgracia, no se encuentra la pieza adecuada siempre se puede recurrir a una impresora 3D…
El caso es que uno no necesita establecer peligrosos contactos con ex yugoslavos para hacerse, de manera legal y en el corazón de Europa, con unos cuantos “juguetes” bélicos, munición incluida.
Cierto es que la Comisión Europea acaba de hacer una propuesta con vistas a regular el tráfico de armas en el seno de la Unión Europea, incluidas las armas desactivadas. Cierto también que el gobierno belga se ha planteado regular la venta de este tipo de artilugios. Pero, mientras tanto, ahí están los objetos de marras en pleno fin de semana de San Nicolás (el Papá Noel de aquí) compitiendo con los demás regalos navideños.
¡Ah! Y por si a nadie se le había ocurrido, el establecimiento que he visitado ha colocado a modo de reclamo en la sección de armas de asalto un cartel junto a la bandera francesa en el que se lee: “Hoy nuestros pensamientos van hacia las víctimas y sus familias. 13 de noviembre de 2015. Atentados de París.”